En Espace pour Ô, Céline Latil se propone encontrar un patrón de movimiento que sirva de intersección o eje ficticio en el que converjan los espacios, acciones y personas que la hacen mantenerse en equilibrio. Para ello, establece en ACME un marco de imparcialidad geográfica, de suspensión: se des-ubica voluntariamente para proyectar –y proyectarse en– un modelo de estabilidad que se desplaza en espiral hacia un centro afectivo –la silla de la cocina de su abuela Lala– para desembocar en la incorporación coreográfica de una serie de gestos que toma prestados de las personas a las que considera punto de apoyo.

En Al oído; a la luz, se ofrece un espacio para la catarsis. Un proyector de cine activa un mecanismo kinético por el que se desliza un bucle de película de 35mm. Al otro extremo del mecanismo, Aura Vega, ejerciendo de agente mediadora –una artista es quien media entre las cosas y su nombre–, recibe al oído los secretos del público, de quien se atreva a confiárselos, y los imprime sobre la película traducidos a gesto caligráfico. Incorporados a la película, los secretos vuelven al proyector para ser atravesados por su luz y arrojados contra la pared, a la vista de todos. Visibles pero ilegibles. Desdichos; excritos. Para poder ser considerada arte, dice María Zambrano, una obra debe ser capaz de transmitir el secreto sin desvelarlo. En Al oído; a la luz, nos volvemos a encontrar alrededor del cine para asistir a un nuevo paso del logos al mito y proyectarnos en la luz de otras instancias.

«Path of Totality» es el nombre que recibe en inglés la trayectoria que describe la sombra de la luna sobre la superficie de la tierra durante un eclipse total. Inspirada por el Gran Eclipse Americano de agosto de 2017 y consciente de la incapacidad de la fotografía para capturar sus condiciones lumínicas, Jeanne Liotta se propone construir un sistema de proyección fílmica que sustituya al sistema solar y represente con más fidelidad el acontecimiento. Con un proyector de 16mm, un bucle de película transparente, lentes de agua y una serie de objetos mundanos, la artista arrastra el cosmos hasta los confines de la sala de proyección. En Path of Totality, lo que comienza como un ejercicio de reenactment se termina independizando hasta adquirir un carácter formal propio.